Que bien se siente tener un hogar, un lugar para ti solo, o más correctamente para ti y la persona que amas; si, esa persona con la que quieres compartir tu vida, tiempo, fantasías, sueños, juegos y todo lo que se te venga encima; esa mitad que te ayuda a enfrentar calamidades; ese alguien a quien (a pesar de los problemas) ves a tu lado al despertarte en la mañana y sabes que no podrías estar en un lugar mejor, y más importante aún, no querrías estar en otro sitio.
Bueno, después de mi lapsus ultra cursi, vayamos a lo importante: Alz y yo tenemos nueva casa, nos mudamos hasta Chicoloapan, Estado de México… ¿?
Sí, lo sé, ¿dónde carajos es eso? La verdad, ni idea, sólo sé que ahora vivo en el Estado de México (traducción, he vuelto a ser provinciana después de más de 20 años), sé que estamos cerca de Los Reyes La Paz, y lamentablemente me tengo que levantar una hora antes para llegar a la oficina; también sé que ahora el gas proviene de un tanque en el patio y no de una tubería (cosa que me pone bastante nerviosa), que la basura tienes que sacarla cuando suena una campana y llevarla al estacionamiento donde la recoge un señor con una carreta arrastrada por un caballo, sí, como se escucha: UN CABALLO.
… pero, ¿saben qué? todo vale la pena.
Yo le digo cariñosamente a mi nuevo hogar: San Juan de la Pitayas.
Está lejos, si, pero está lindo el ranchito, además el ambiente es muy tranquilo. La mudanza ha sido un verdadero rosario de peripecias y anécdotas porque todo lo hemos hecho nosotros. Matias (nuestro pequeño carrito) ha tenido que soportar pesos incalculables y toda clase de torturas pero ahí la llevamos, espero que no tardemos más de un mes en concluir con todo.
Acomodamos cosas, limpiamos, cocinamos, la vamos, todo lo hacemos juntos, realmente somos un gran equipo. Alz tiene muchas mañas de su familia que diario hacen que me den ganas de agarrarlo a zapes, y al mismo tiempo es tiene que aguantar mis mil y una obsesiones raras.
Kiba (nuestra gata) ha sido la más beneficiada, corre como loca por toda la casa y ha desarrollado toda una serie de nuevos saltos y pésimos aterrizajes para encaramarse a todos lados, pero verla acostada en el piso toda desparramada cuan larga es, no tiene precio.
Todo parece ir mejorando poco a poco…
Ya veremos.
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