¡Inche frío!

Vienen con todo los frentes fríos este año, hora de sacar chamarras, abrigos y trineos… bueno eso ya es demasiado, pero estaría padre ¿qué no?

Tengo una chamarrota larga hasta las rodillas de pluma de ganso, negra, esponjosita, capucha y demás, parece que agarre un sleeping bag y le puse mangas, puede soplar una ventisca encima de mí y yo ni me inmuto, es la pura onda. Me la regaló mi madre hace dos añotes y es mi favorita, cuando llegan estos fríos que te cortan el rostro voy a mi ropero la saco del último rincón y la abrazo con una sonrisa, le llamo cariñosamente: ¡El pato! (sí, me quebré el cerebro).

Hoy llegué con “El Pato” puesto a la oficina (gorrito incluido) y un par compañeros me vieron con cara de envidia, no me quité mi chamarrota hasta las 11 que se medio asomó el solecito. En una ida al baño me topé a la “muchacha nice de la Ibero” (una fresoide y hueca que no tolero), la individua estaba tiritando del frío y comenzó esta conversación:

Muchacha nice (MN)- ¡Hace mucho frío!
Ana (A) – Deberías ponerte una chamarra, ese suéter es más delgadito que mi blusa
(MN)- Mmmm, no me gusta, este suéter está bonito y me queda súper bien
(A) – Tons de qué te quejas
(MN)- ¡¡¡Pero hace frío!!!
(A) – Lo sé. Cha-ma-rra
(MN)- No quiero, me voya ver gorda como oso polar, ¡que horror! Este… sin ofender
(A) – No me ofendo, prefiero esto a andar tiritando y con las altas encendidas
(MN) – O_o!!!

Seguramente me voy a ir al infierno por ser tan cruel…